Tiempo para recibir
la gracia del Señor.
Reunimos jóvenes en
alabanza y adoración a Dios.
Compartimos el mensaje
que transforma.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no están andando conforme de la carne, sino conforme al Espíritu.
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Romanos 8:1-2





